Cuando alguien nos contacta, la conversación suele empezar con esta frase:
“Queremos hacer un team building.”
Y sí, técnicamente podría parecer eso…
Pero la verdad es que una experiencia Ludicorp va mucho más allá.
Transforma la manera en que un equipo se mira, se comunica, colabora y se compromete.
Es una vivencia simbólica, emocional y temática, guiada por profesionales especializados, con un objetivo claro:
Generar aprendizajes significativos que impacten directamente en la cultura y en el negocio.
Es una intervención viva, cuidadosamente diseñada, que toca fibras reales del equipo, usando herramientas que pocas empresas dominan como Ludicorp.
Porque ese término se ha vuelto genérico.
Hoy puede significar cualquier cosa: desde un paseo al aire libre hasta armar torres con legos.
Aunque eso puede ser divertido…
Raramente deja una transformación real.
En cambio, una experiencia Ludicorp:
✅ Está diseñada con propósito. Nada es casual.
✅ Usa el símbolo, la emoción y el juego como herramientas de transformación.
✅ Se alinea con los retos reales y objetivos del cliente.
✅ Genera conversaciones que trascienden y se instalan en la cultura.
Después de 19 años, más de mil organizaciones y cientos de miles de personas, hemos identificado los elementos que hacen que nuestras experiencias sean únicas e irrepetibles:
Todo parte de una temática cuidadosamente elegida.
Pero no es por estética ni entretenimiento.
Es un disfraz simbólico que permite que las personas bajen la guardia, se abran emocionalmente y se vean desde otro lugar.
Creamos este término porque lo que hacemos no se parece a ningún otro rol tradicional.
Nuestros Facilitactores®:
Interpretan personajes diseñados para abrir, conectar y profundizar.
Introducen al equipo en una ficción reveladora, que refleja su propia realidad.
Además, contamos con una escuela propia donde los formamos con una metodología exclusiva.
En Ludicorp, el juego no es una distracción.
Es una herramienta poderosa que:
Permite equivocarse sin juicio.
Facilita el aprendizaje en tiempo real.
Da la oportunidad de volver a intentarlo dentro de la misma experiencia.
Ahí es donde empieza el cambio real.
Cada elemento —espacio, lenguaje, objetos, personajes— tiene significado y propósito.
Y todo se personaliza para reflejar los:
No diseñamos experiencias genéricas.
Diseñamos para que lo que se viva dentro sea un reflejo simbólico de lo que ocurre fuera.
Cada experiencia incluye un cierre en células pequeñas, donde las personas pueden:
Así, lo vivido no se queda en “una experiencia padre”, sino que transforma la manera de actuar del equipo.
Sí.
Porque no es una fórmula, es una experiencia viva:
Y cuando eso se une, el impacto no es solo emocional:
Es funcional, real y medible.
Y lo hacemos con un equipo apasionado por generar un cambio real.
Tal vez lo que necesitas es algo más.
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